Flamboyán

niños maltratan
a un joven flamboyán
aciago invierno

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Gracias por tu visita y comentario, María.
En este caso me refería a un árbol que lleva poco tiempo plantado y por eso puse joven. De hecho, los niños lo consiguieron y el pobre árbol sucumbió a los pocos días. Lo curioso es que estaba en un parque donde siempre hay muchos padres pero ninguno les decía nada.
Aquí en Canarias se le llama frangollano pero vi que normalmente le dicen flamboyán..... tiene este aspecto..

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Gracias de nuevo, María un abrazo.
Javier

 

Son unos tristes versos , por el comportamiento de los niños y el de los padres al no educarlos con un trágico final para el árbol. Un saludo cordial.

 

Así es, Laly, los niños quizá estaban más o menos en su papel. En mi juventud cualquier adulto les habría dicho que eso no estaba bien, pero hoy en día eso es imposible porque lo más posible es que te increpen y encima algún padre se ofenda por haber llamado la atención a su hijo, como me ha ocurrido más de una vez. Es un mundo al revés que no entiendo ni me gusta. En fin....
Gracias por pasarte, Laly, saludos cordiales.
Javier

 

No lo dejaron, no, el pobre no recibió ayuda cuando la necesitaba..... somos la repera.
En fin, gracias por tu bello comentario, luzyabsenta, un placer.
Saludos.
Javier.

 

Pues sí, en ese sentido iba lo de aciago invierno, el de la humanidad. El pequeño flamboyán fue una víctima más de la insolidaridad, de la falta de respeto hacia los demás o hacia las cosas de todos. No lo digo por los niños, que están en su papel y no son conscientes del daño, somos los adultos los causantes de este clima tan raro, hostil diría yo. Ese arbolito estaba al lado de un parque infantil con numerosos padres presentes.

Otro ejemplo..... hace mucho que no me toca ver un aparcamiento solidario, decente. Hay sitio libre para dos coches, pero bien amplios, y aparcan en medio evitando que otro pueda compartir ese espacio. No le veo sentido a esa ruindad.

En fin, querida Isabel, que me voy calentando.....
Un enorme abrazo y gracias por tu reconfortante presencia....
y que la semana que viene sea una especie de arco iris.
Javi