Forajido.

Por más que me empeño en crecer, sigo siendo muy pequeño.
Ojalá consistiera yo y existiera como un ejército glorioso.
Mas no puede ocurrir tal cosa. Me veo, de repente, relegado al olvido.
¡ Pobre iluso ! Ejército inconcluso busca esposa.


Soldado y meretriz, para servirle. Triángulo ascendente, o descendente.





Coronel y hembra humana erótica, a la par, en una estrella de David israelita.
Hago que todo se derrita. Convierto los problemas, en palomitas de maíz.
Así, la gente puede ir tranquilamente al cine.
Yo, mientras tanto, imito los sonidos ultra de los delfines.


¿ No le gusto ? Me lo temía.





Encontrar a mi alma gemela será una Lotería.
Apostaré por la combinación ganadora, el día de mañana.
Mas no me atrevo a probar suerte, por ahora. Porque sufro de cobardía.
Es una enfermedad egoica.


La valentía proporciona libertad, y es un sentimiento heroico.


Mi soledad, a veces, me oprime.
Y de ese cautiverio, nadie me redime.
Me parezco a Jehová, que fue un dios menor celoso y vengativo.
Decía: " Yo soy el que soy. " Siendo que, en realidad, todo es, y nada es, al mismo tiempo.


Aún así, el Absoluto ( Eón ), ya es, y no se dirige a ninguna meta, pues no evoluciona.


A ver si consigo integrar mi Ego o complejo de superioridad ( numérica ) frondosa.
Perfeccionándome, para darme a conocer íntegramente, sin ponerme máscaras encima.
Tengo Miedo a lo que otros puedan pensar de mí, ya que soy rosa, con espinas.
Cactus me gustaría llegar a ser... Pero estoy entre singular y plural. Masculino y femenino.


Creo que conozco el camino. Es una cruz gamada Svástica. Todos cabemos, pero nos apretujamos.





Somos compañeros en la senda evolutiva.
Yo te amo, te aprecio y te valoro.
A veces, no te escucho profundamente. Tu discurso pasa para mí, inadvertido.
Prescindo de tu noble Gracia celestial. Huyo y me convierto en forajido...

 

Interesante lectura... saludos, que pases una buena semana.

 

Gracias a ambos, por comentar mi pobre y escueta obra.
Mi siento identificado con Mickey Rourke, en sus virtudes, y en sus defectos.
En sus excesos, vicios, ademanes, logros, triunfos, anécdotas...
Es una vida que no cabe en el santoral de la Iglesia Católica.