Fuego Creciente

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Luis Fernando:
Guerra, muerte y desolación, nuestro pan de cada día. Saludos.

 

Es terrible que el ser humano se aniquile, que el hermano al grito de guerra olvide que todos somos de lo mismo, o que por la ambición haga morir muchos a sus pies. Terrible la realidad pero grande el poeta que la traza en esta entrega. Un gusto leerte amigo, abrazos sinceros y estrellas a tu talento.

 

Si es importante tomar conciencia, este es mi grano de arena.

 

Espero inquietar al lector.

 

El afán de exterminarnos los unos a los otros nunca me lo he podido explicar.

 

El negocio nunca dejará de serlo y los cadáveres sólo una cifra para seguir alimentándolo...basta observar como se arman los países vecinos y saber que muchas de esas armas vienen a engrosar a los mal llamados "revolucionarios".

Un fuerte abrazo y gracias por cada poema que aquí se hace denuncia para el que quiera entender, que entienda.

 

Es lo importante, la denuncia, para un buen entendedor pocas palabras bastan.