Idilio

Las sábanas despiden el aroma a sexo,
Mientras la regadera esta abierta,
Y tú bajo ella limpiando los vestigios de pasión,
El agua recorre cada lugar que fue besado,

¡Que mío es por derecho!
Enjabonas tus pechos,
y encontrarás las marcas de mis colmillos,
Con tinte carmesí el agua limpiará tus heridas,

Pero tu memoria será asaltada por recuerdos,
y verás nuevamente mi rostro sumido entre tus muslos,
Llevándote al éxtasis,
Y aún vibrarás por mis besos húmedos,

Ahora estoy aquí detrás de ti,
el vapor nos calienta,
Tu espalda arqueada,
Tus glúteos cubiertos de espuma,

Mis dedos ágiles se escurren por tu vagina,
Y mis dientes se clavan en tu cuello,
Me invitas a poseerte nuevamente,
y acepto sublime y encantado,

El agua escurre por tu espalda,
y mis besos por tus hombros,
Suspiros entre las cortinas,
Poseyéndote hasta hacerte gritar...

Dejando los instintos desbordarse,
Los deseos por tanto guardados,
Aunque sea en este viejo Hotel,
Donde las promesas se cumplen,

¿Será solo un sueño?
¿Será una realidad?
Dejadme solo con mis pensamientos,
Dejadme solo con mis ilusiones,

De amarte en un lugar,
De entregarte a la lujuria,
De pasiones salvajes y voraces,

Bebiéndome la noche,
Bebiéndome tus suspiros,
Abarcando un infinito de veces,
Que serás mía y yo seré tuyo...

Lord Vélfragor