incertidumbre

No sé hasta qué punto
los instintos pueden más
que la conciencia humana.
El deseo de lo prohibido,
la incansable necesidad
de imaginar el desquiciado
contenido visual de las fantasías.
Arremete en contra de la razón
una avalancha de naturaleza animal
que abate tras su paso
la dignidad y la inocencia.
Fluyen como ríos desbordados
arrasando con los pilares de la decencia
los instintos del reptil despierto
van camino al océano de tentaciones
en un clímax de destrucción total.
El constante trepidar de escenas
de sesgos a la luz de las sombras
sábanas bañadas por el sol mañanero
[SIZE=3]gotas de agua en la piel morena[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]la danza de sus pezones desde la cumbre[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]hasta el lecho de perfumada flor[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]donde me hundo desnudo y feliz.[/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT]

 

Una mezcla perfecta de perversión y sensualidad, disfruté tus versos, pero el final me pareció un poco flojo. Suerte.