...¿ lagrimas...?

como me encantaría derramar una lagrima...
caminando silente me encontré con la vida,
obvia era mi pregunta,
¿por qué ahora?
esperaste tanto para mostrarme este dolor,
después de tantos otros, ya no quedan o
simplemente las deje olvidadas
en aquellos cajones donde guarde mis recuerdos,
yacen olvidadas...

juntaste caminos, y no te hiciste responsable,
creo, mejor espero, eterno sea en mi,
aun trato de saber el porqué empezó todo,
como un juego, un instante, un segundo que
se vuelve ajeno, en que hora descansa el segundo
en que nos vimos por primera vez,
nunca pensé en nuestro futuro,
pues cual fácil para mí era entretención,
para ti también lo puedo ser, así como
enlazo palabras al escrito,
pudiste arrojar las tuyas a mis oídos,

el mañana contigo nunca lo pensé,
¿que habría sido de nosotros al vernos por la mañana?
nos levantaríamos a la luz en la que nunca nos gusto
vernos, quizá algo había que ocular, al menos por mí,
¿correrá por tu mente el mismo pensamiento vago?
y sino... lo enviare desde lo lejano a atravesar bosques oscuros
y desiertos áridos, para que en tu mente se forme la maldita
frase que nace y muere a cada instante, un dibujo de mi maldad
y la tuya... un cariño, un pesar mutuo... un te quiero.

si, y partí lejos, te deje sola, pero me pediste siempre cuidara de ti,
y te dije que volvería... recuerdas que me dijiste
"han pasado casi 20 años desde que naci... que serán dos meses"
lo ambiguo del maldito tiempo pasado,
que pese a ser mucho aparenta ser nada,
una espera, sentado en la barra de un bar,
viéndote parecía ser eterna, me preguntabas ¿que son
dos meses?

el insomnio de tu recuerdo que aun persigue
mi tranquilidad... la eternidad ostentosa,
los infinitos de suerte no parece aumentar,
ni disminuir, a ocho pisos...
incluso el suicidio parce más corto.

¿tanto pensar de qué sirve?
tan solo un recuerdo,
nostalgia, agonía, tristeza,
de eso se nutre la genialidad,
o quizá de eso nos alimentamos los seres humanos,
sin duda la nostalgia alimento estas letras

te quise desde lo mas recóndito de mi mente
hasta la pupila de mi ojo izquierdo,
te extrañe como el otoño los pinos,
como el frio el invierno,
como mis labios los tuyos,
y como tus manos las mías...

te recuerdo llena de preguntas...
siempre sola, dijiste, y eso no era soledad,
¿dónde me escondía? ahora te digo, debí seguir en mi cueva
crepuscularia, como aquel soñado y soñador,
el bohemio que nunca sufrió, el borracho que
no tambaleaba...

el problema no es que me hallas olvidado,
no el sentir, sino el recuerdo,
porque aun que ya no te quiera aun te pienso,
aquellas tardes, esas noches y otros bares
rondando sin rumbo fijo por calles desoladas,
insisto en que el problema no es que yo me allá ido,
sino que tu no me esperaste...

porque aun que ya no te quiera aun te pienso,
ahora noches desolado, cervezas solo en la barra,
amaneceres ebrio dando rondas por las calles,
el café de madrugada sin azúcar y la taza trisada,
porque aun que me hallas olvidado,
y yo ya no te quiera y aun te piense,
aun me tiras esa mirada de rabia diciéndome,
ándate por favor...

con cariño y olvido, dedicado a mi última lagrima.

 

Fuerte amigo lo que escribes, ese sentir, porque no me esperaste, la ultima lagrima que derramé, me deshice de aquel alegre bohemio que saltaba sin pensar en donde, sin explicación.

Un placer leerte

Mis saludos y estrellas