Manía

Manía.

De repente una convulsión,
El cuerpo lleno de emoción,
Siempre recordaré aquel verano,
Enfermé de forma atroz.

Me fuí de la playa totalmente poseído,
Comencé a caminar enormes distancias,
Me sentía como un gigante,
Pero estaba perdido.

Todo parecía fluír,
Todo me salía bien,
Daba gracias a Dios por mi existir,
Por tanta suerte tener.

Pero caí en picado de lo alto de la cima
Cuando mi mente perdió la noción de la realidad,
Aún no estaba preparado
Para leer los Libros Sagrados que leía.

Creía que tenía poderes místicos,
Hablaba por los codos,
No aguantaba quieto un minuto,
De repente me quedé solo.

Hablaba a través de rimas
Que compuse para una chica,
Ella no estaba preparada
Para mis versos enfermizos,
Para mi vida.

Me fuí al fin del mundo,
Desfasaba todo el día,
En casa de un amigo,
Pura adrenalina.

Mi mente llegó a su límite,
Me hincharon a pastillas,
No sabían lo que me estaba pasando,
En el infierno estuve muchos días.

Hasta que al final fuí a urgencias,
Y de allí al lugar de las mentes perdidas.

Hoy,
Seis meses después,
Pienso para mis adentros como pude llegar tan lejos,
Como una mente enferma
Puede volverse un veneno
Que te va poco a poco consumiendo
Hasta que te lleva con sus garras
A un laberinto sin salida,
Donde ya no puedes hacer nada.

Ahora puedo leer los Libros Sagrados,
Poco a poco
Y sin creerme un Dios.

Ahora conozco mi enfermedad,
Mis límites,
La esencia de mi ser
Que ya jamás perderé.

Ahora ya conozco el camino que he de recorrer.

Le gané la batalla a la enfermedad,
Y mi Conciencia se elevó,
A través de la presencia
Por fin soy mi verdadero Yo.

Mi ego ya no me molesta,
Se quedó atrás,
Soy un recipiente siemore vacío,
Que se deja serenamente llenar.

Psycho

 

Animo amigo. Que este poema sea tu libro sagrado.
Un abrazo.