Mi condena

Como una niebla
Que nubla mis ojos…
Como las tinieblas que
todo lo invaden…
nada veré sin la luz que
brillaba y
guiaba mis manos...
manos que
buscaban tu rostro…
manos que
anhelaban tocarte…
Irreverentes manos…
incómodas impertinencias
en su impertinente arrebato.


Las sufro.
Las poseo y lo dudo.
Dudando de toda duda y
desnudando mi alma que
solloza tu lejanía,
rodando cuesta abajo
en mi estúpida
fragilidad…
postrándome exánime
en mi negro silencio
de noches vacías…
vaciedad que
me espera porque no
estarás…
Lo se…
Lo sabes…

Tanta lágrima sin
Derramar por
tantos senderos sin
Caminar…
Tantas lluvias sin
Caminar por
esos senderos sin
lágrimas que
derramar…

Un candil sin luz…
¿Esa es mi condena?
Esa es mi condena…
Lo se…
Lo sabes…

 

Antes que nada te doy la bienvenida y declaro que si nos sigues obsequiando con poemas como este me hare adepto a ti. Mucha belleza entre la desolación.
felicidades

 

¡Ay!, ¡me sorprendiste! ¡Qué bella bienvenida! me siento muy halagada sinceramente y con más deseos de participar en este portal. Te envío un beso desde Buenos Aires

 

Muchas gracias Mamen por tus palabras! Lo escribí en un estado no muy apacible de mi ser, como es habitual en mi ser ciertamente y que no cierra por feriados variopintos. Te envío un beso desde Buenos aires.
Noelia