Moradas

Muchas gracias querida Marcela, por tu segunda entrada,
eres bienvenida y eres muy amable;
un abrazo,
Eduardo.

 

Vine a conocer tus letras. Yo no se diferenciar un poema clàsico de un poema general, pero voy a aprender ràpidamente, porque me siento inquieta ahora. me emocionò que tu morada sea una estancia en compañia, asì deberian ser todas las casitas, que no sobre tanto espacio, porque se vuelven muy frias. Un abrazo a tu alma acompañada...

 

Tu presencia y tus certeras palabras querida Sunset,
tienen mucho de ese hogar que menciono en mi poema;
Un beso grande y mi gratitud,
Eduardo.

 

Mil gracias querida Hada, todos anhelamos rincones así,
que sean todo eso en abstracto, más que físicamente;
tu opinión es siempre valiosa para mí;
siempre espero tus palabras;
un abrazo,
Eduardo.

 

Muchas gracias querida Zulcas,
eres muy amable;
un saludo cordial,
Eduardo.

 

Muchas gracias estimado César;
es un placer tu visita;
un saludo cordial,
Eduardo.

 

Mil gracias querida Amartemisa, no sabes lo bien que me hacen tus palabras, viniendo de ti, que eres tan pulcra con ellas;
un abrazo,
Eduardo.

 

Es cierto estimado Kaizer;
a veces sólo funciona en nuestra mente y es suficiente;
te mando un cordial saludo;
Eduardo.

 

No por repetido menos apreciado tu comentario, querida Hada,
siempre sos la visita bienvenida, como una ahijada, como una hija,
me alegro que te haya gustado mi poemita,
pero en realidad se refiere a las moradas del espíritu,
a esas moradas que necesitamos y rara vez conseguimos;
y a la gratitud que sentimos cuando las logramos;
un abrazo fuerte,
Eduardo.

 

Muchas gracias querida Elba, es así como dices,
de poco vale la estructura, si le falta el corazón;
lo principal, está en la mente y no se ve.
Un abrazo,
Eduardo.

 

Mil gracias querida Ainara, por tu sensible paso y bello commentario;
te mando un abrazo,
Eduardo.

 

Muchas gracias estimado elfeo, por tu atento comentario;
un saludo cordial,
edelabarra

 

Las paredes que resguardan lo que somos estan decoradas con nuestros íntimos y muy subjetivos tesoros. Es el lugar donde sanamos las heridas y recobramos fuerzas para afrontar las jornadas que se avecinan. Saludos cordiales para usted Don Eduardo.

 

Muchas gracias por tu visita, querida Carmen Viviana;
me parece muy bien tu entusiasmo por aprender;
te retribuyo ese abrazo al alma;
Eduardo.

 

Realmente leer sus versos es un refresco en un desierto... La Morada, lindo mensaje, bellas descripciones de ese sitio que uno llena con su perfume para sentir el calor acogedor...de una morada llena de amor. Hermoso Maestro. Paloma2/CRIS

 

Muchas gracias a ti, estimado Eban, por tu visita;
un saludo cordial,
edelabarra

 

Muchas gracias estimado Sergio, por tan certeros y apreciados comentarios;
un saludo cordial,
Eduardo.

 

Muchas gracias querida Paloma,
tus palabras me exceden,
eres generosa;
un abrazo,
Eduardo.

 

Hermosísimo poema. Un placer leerte.

 

Mil gracias, querida Ludmila,
el placer ha sido mío, al tenerte de visita;
un abrazo,
Eduardo.