Poema 24

Se derraman
mis lágrimas astillando
las piedras enlutadas
de mi destino...
El misterio silente
de tu olvido se subleva
en las aguas conturbadas
de mi quebranto.

El sol
como un espejo
vanidoso resplandece,
mientras el mundo
gira sin evadirme.

Cargo en mi mente
vocablos de sangre que sufren...
Soy distancia sin reverso
digiriendo lo impredecible.

Mientras callan los vientos
un azul cielo enternecido
coagula el silencio de mi tristeza...

El cero infinito de tu sombra
se ahoga en el mar de mi pupila...

En la eternidad
de lo súbito y complejo,
mi pensamiento se debate
entre las sombras,
sin entender aún la razón
de tu cruel ¡Indiferencia!

Tato Ospina
DRA
Colombia​

 

Bello poema amigo Tato, me ha gustado. Un abrazo. Paco.