Positivismo

Comte, el positivista,
resume la evolución
en fases de formación
ternaria, por la conquista,
de lo que encuentra a la vista.
Le resulta paradójico
que el estadio teológico
en que los hombres pensaban
que nuestros dioses causaban
el decreto cosmológico.

El estadio metafísico
hecho por fuerzas abstractas
personificadas jactas.
El positivismo tísico
solo centrado en lo físico
donde el humano dimite
y el destino supedite
a fenomenales leyes
siendo razones los reyes
del humano decapite.

Filosofía que niega
la facultad de indagar
de lo que puede causar;
es sabiduría ciega,
con los tintes de borrega.
Va contra el espiritismo
y también materialismo
incluso contra la ciencia
y con grosera sapiencia
hasta ataca al ateísmo.

Queda la teología,
metafísico pensar,
a punto de invalidar
su propia maestría
por antifilosofía.
Despoja al hombre del alma
y la fe en Dios desempalma
con su perversa doctrina,
contra la Verdad Divina
su positivismo ensalma.​