Recuerdos.

Siempre estás ahí,
tu recuerdo me persigue,
corre,
rápido,
a veces cansado
en busca de mi.
No importa dónde ni con quién me encuentre,
pero tu llegas sin avisar, y apareces
en canciones,
en aromas,
en lugares a los que alguna vez fuimos,
en zapatos,
en relojes,
en caricias hechas por el viento,
en risas,
en modismos,
en lunares ajenos,
en mi cuerpo,
en el sol.

Tan latente como el motor vital
estás aquí abrazándome con todo aquello que sucedió
hace
unos
658 días,
que pasaron tan veloces como nosotros corriendo tras lo que nos queda...
Recuerdos.
​

 

y hay recuerdos que seguirán ahí
como una condena,

 

El espíritu y la letra divina de la preciosidad sublime.
La fantástica inspiración espléndida.