TaL VeZ

Necesito sacar la energía que en mi se haya acumulada. Escribiré y tal vez así la energía se encontrara liberada, expulsada, exiliada. Dentro de un tiempo más será olvidada. Tal vez esta no sea la respuesta. La respuesta estará detrás de una puerta en mi cabeza pero es difícil de abrir. Tal vez las respuestas se encuentran en la soledad, perdidas en la oscuridad, con un penumbroso deseo de hacerse verdad en un inmenso mar, entre ideas inútiles que de algo servirán. Tal vez están perdidas en un universo paralelo, diferente al nuestro. En un universo que es rozado y bello. Tal vez la respuesta la encontrare al matar, a alguien debo asesinar. Mandarlo a un sueño del cual jamás despertara. Mandarlo al mas allá; un lugar del cual todo ignoramos, sin embargo de el hablamos y nos preparamos para llegar ahí, el principio y el fin de todo lo que hemos logrado adquirir. Tal vez la respuesta la encontrare al morir, dejar de vivir aunque siga aquí, aunque quede yaciendo, tirado por ahí. Buscando el antídoto para ser feliz, para dejar de sufrir, para dejar de existir. Tal vez no hay ninguna respuesta, ninguna contestación hacia esas preguntas que causan aflicción, desesperación al encontrarnos tropezando en un callejón, el callejón del dolor. El callejón en el que me encuentro el día de hoy. Luchando contra un león que me quiere devorar por ser como soy. Diferente e igual a toda la humanidad. La humanidad que nunca intentará cambiar, seguirán igual. Yendo y viniendo esperando a un líder despreciable que les haga un altar. Que resuelva los problemas de forma inmediata, de forma correcta. Un patriarca con mano de hierro, para después culparlo de su tropiezo. Del retroceso que sufrieron por el representante que eligieron, mas a ciegas lo hicieron pues no identificaron lo que era cierto y lo que era un invento. Tal vez no hay destino, tal vez no estoy vivo. Tal vez todo lo que creemos fue inventado por un tipo que se quería hacer rico, aunque la verdad ignoro si cumplió con su cometido. Tal vez nadie me contestará, nadie me apreciará, nadie me comprenderá, nadie me hablará, nadie siquiera me asesinará. Su tiempo no desperdiciará. Pero esta bien, ¿quién los necesita? Yo no.
Tal vez nadie comprenderá para que venimos, más que a pagar. Tal vez yo estoy loco, estoy enojado, estoy tonto. No lo sé y nunca lo sabré. Tal vez nunca se muere. Siempre se es un ente perdido en la mente de la gente creyente. De la gente oyente. Tal vez ya debería callarme, controlarme. Dejar de escribir tantas cosas infames. Dejar de expresar ideas incesantes, parlantes y desesperantes. Dejar de creer en personas de procedencia y existencia dudables. Tal vez no es tan fácil callar a mi mente, no permitir que se exprese, dejarla al naufragio y hacer que se seque. Tal vez deba encontrar la belleza, tal vez debo buscar la fealdad. No conozco la verdad. Tampoco la mentira. No conozco nada que me regrese a la vida; no conozco nada mejor que tu compañía para matar la monotonía que antes me invadía. No conozco nada mejor para terminar esto que la palabra que aparece en todos los cuentos.

Fin​