Últimamente

Últimamente, aprendí que "de la noche a la mañana" no es una exageración cuando de perderlo todo se trata.
Aprendí la importancia de la reciprocidad.
Aprendí que la congruencia hace todo más fácil, no sólo para mí sino para las personas que me rodean.
Aprendí a temer de la vida, no su brevedad, sino la impredecibilidad de su final.
Aprendí que felicidad es no esperar nada de nadie, excepto de mí misma.
Aprendí a no mezclar "siempre" y "nunca" con promesas.
Aprendí a ocuparme en lugar de preocuparme.
Aprendí que, sin importar qué tan bella sea la relación, no es bueno perderle el gusto a estar sola.
Aprendí que felicidad y tristeza suelen ser elecciones.
Aprendí que todo tiene solución menos la muerte.
Aprendí a tomarme la vida con calma.
Aprendí que las únicas reglas que quiero seguir son las mías.
Aprendí que ignorar las señales no hará que desaparezcan.
Aprendí que, en ocasiones, rendirse también puede ser parte de amar.
Aprendí que hay valor y hay peligro en la bendita capacidad humana de adaptarse a todo.
Aprendí a dejar ir aquello que no vale la pena.
Aprendí a disfrutar el momento.
Aprendí que la madurez es una mezcla entre paz interior y honestidad.
Aprendí que la humildad es reconocer que no lo sé todo.
Últimamente, aprendí que nunca dejaré de aprender.

 

Carmen que buen aprendizaje...ojala alcanzara eso,
saludos colombianos