Violines mágicos

Violines mágicos ​

Tanto miedo y tanto pensar me ponen ansioso.
Y la ansiedad me revoca nuevamente a ustedes,
grillos en mi cabeza,
que en la noche salen de sus escondites
para hacerse más reales aún en mis pensamientos,
en mis oídos y en mis recuerdos.

Mintiendo en su ubicación,
confundiéndome con sus ecos constantes y estridentes

Me convierto en alquimista,
mezclando suposiciones, situaciones y diálogos
que me evitaran la miseria de verme así,
decrépito y derrotado por ustedes y por mi impertinecia.

Encuentro fórmulas secretas y efectivas que usaría en su contra,
de no ser porque al despertar y verles a los ojos,
me hechizarán nuevamente.

Y otra vez tú, La indescifrable,
mi manzana envenenada en la que fumo hierba
y jamás comeré al ver la oscura carne que contamina mis fantasías.

Sin embargo pienso que tal vez ya estabas podrida.
Pero quiero creer que no,
para seguir disfrutando de esa indesición que quiero hacer mía,
y que en realidad es tuya,
finalmente tu eres quien encanta con ese canto rojo,
húmedo, efímero en el aire, pero eterno en la memoria.

 

Siempre hay una daga, con un nombre bordado en el óxido y almendras envenenadas que se acumulan en la garganta. Pero no se olvide de algo que creo ya tiene muy presente en esos grillos, el enemigo no está allá afuera, el enemigo reside en casa, y más dentro aún, en su cabeza.

Interesante escrito, ya con el tiempo verá las formas para ser más lacónico en sus decires compañero. Sólo eso, no pierda el hilo, siga, todos los días. Viva mucho, reviéntese.

Saludos