Wuuu!

acá es donde la poesía
no se escribe; se vive.
y las esporas de los versos
bañan con su rocio la lengua.



acá es donde haré una elegía
al silencio, que sin tilde calló en muerte.
en su funeral habla la palabra
con su temerosa arenga.



acá es donde la lluvia
cae para pintar las hojas de verde
que en medio del otoño
humecta con rojas nubes.

acá culmina la historia
en donde yo solo podía verte
!perdona los meses de espera!
demore cosiendo y descociendo mi piel.

acá es donde las armonías
son solo para cantarte.
dejo la música como el arte
que expresan hacia ti las letras mías.



acá el miembro de la caballería
te ofrece su barba y se apea de rocinante
coge sus gafas como espejo rayado
mírate; mirence; ahora : un abrazo.


acá se transforman trazos turbios
y descarrilados, en la realidad de tenerte,
para que yo te ofrezca mi espada de grafito
y descifres con ella cada letra del tintero.

acá se revuelven los nervios
que con inocencia, al ignorante
electrocutaban , con locura y frío
para desparramarse por el mundo entero.

acá bebo el río
de pasión ; puesto en el corazón el talante,
puedo extenderte mis alas a tu rincón:
echas con cientos de tus fallidos retratos.

acá no volverá sentirse solitario
el verso que danza con la prosa, sin limite.
se mueven en nuestras manos
que agarradas unen la noche y el recuerdo.

acá estoy contigo.
pegó el latido mas fuerte
que el nocturno golpeteo
que cansó mis rodillas.

acá amanecería
pero el sol intermitente
no se cansa de cantar a la luna,
ni yo a ti.

acá se me va la memoria
y pierdo los versos en mi mente
¡hay tantos huérfanos que te pertenecen!
pero los alegraste al adoptarme.


wuu!


:::conejo:::

 

Ese «acá» de pasión y vivencia es imprescindible para que se haga realidad el acto creativo, la unicidad del mutuo gozo. Esta frase es audaz y clarificadora: «Hay tantos huérfanos que te pertenecen». Felicidades.
CARLOS