...y sonrosar el algar en tu piel, doblegar tus párpados cedentes, buscarás en tus labios la miel cuando quiera tu cuerpo romperse.
Contra tu mano mi mano a un cristal de distancia, lágrimas de tren ya no se paran, y todo lo que nos une se marcha y lo que se queda, nos separa.
Lloraban al primer grito del alba las sombras gotas de luz, descegó la madrugada y comprendí que no eras tú.
Arropa la tinta indeleble de ese amor imposible de letra invisible que duerme en tu mente.
...y buscará el norte el musgo y los girasoles el sur, y yo el recodo al camino por si volvieses tú.
Cuando llore la tarde el oro de la almazara te buscaré en las blancas nubes azaharas.
Nadie nos ha entendido, nadie explicará este amor que a nadie yo explico; porque ellos no besan tus labios ni beben de donde yo he bebido.
Te quise como eres y como eras te quiero, como reloj que en tu rama dobla, queriéndote como te quiero, !gladiador de mis olas!
Cuantas estrellas fugarán en nuestros ojos ciegos, ¡cuánto tiempo para soñar sin reconocer los sueños!...
Ojalá tu mirada de aguas rotas llorase a un tren que ya ha marchado, para no tatuarte este adiós sobre tu pecho derramado.
Llevará esta distancia loca a dividir el mástil de su rosa, a herir y sangrar sus pétalos y latir del tallo sus aromas.
...donde a pincel la brisa dore las arenas de tu piel... e inunde el rey de los rocíos los azares de tu ser.
No se han dormido mis labios sobre tu vientre desnudo, se han roto en leve susurro para que mueras de amor, para que mueras del mundo.
...y pregunté en los Alfares donde fuiste arcilla, te vio alguien marchar, alguien que no lloraría ni por tu corazón de barro ni por mis manos...