Un día cualquiera en mi vida rutinaria oí aquella melodía perdida en mi memoria, sonando de fondo… Inmediatamente, vino a mí una brisa fría...
Fácilmente a través de ella se ve, cristalina, transparente. La tocas, te inunda; te alejas, la sientes. Se mueve hermosa, con destellos, brilla....
En el ocaso, al borde del precipicio, me lancé sin miedo a nada y nunca me sentí tan libre. Libre, contigo.