Estás en todo lo cierto, pero así son los seres humanos, capaces de sentir, de desear... Y son los deseos lo que hacen que el mundo paresca...
Aquella lágrima que solitaria cae, resbalándose por mi mejilla, quién sabe a donde parará, más se aleja velozmente. Dejándome asombrada, pues...
¡Oh, Dios mío! ¡Eso sí que me ha fascinado! Bien, me complace comentar que leí desde el principio hasta el fin y no me he arrepentido de...