Mujer... Que a la par que cabellos, peinas vientos, esos vientos que rigen las mareas y que son de las aves el sustento. Que en tu fecundo...
Eran catorce los hombres al borde de la laguna. Eran veinte milicianos; veinte escopetas apuntan y catorce corazones se deshacen de amargura,...
Amigo Miguel Hernández; admirado compañero... Si levantaras cabeza, y vieras que aquel yuntero ya no baja con las mulas al frío del mes de...
Tomados de la mano desde niños, repletos los bolsillos de ternura, sobre el papel en blanco de la vida fuimos haciendo historia, la historia...
Voy viendo cómo el día muere por occidente; la niebla enrojecida se levanta del mar, y un barco allá a lo lejos, donde la mar y el cielo...
¡Que me arrancas el alma! ¡No arranques esa flor, amigo mío, déjala que florezca en el parterre! Que esa rosa que embriaga tus sentidos, con...
Me gusta cuando miras, como ausente, porque abres tus pupilas y veo a su través el fondo de tu alma y su tristeza; tus ojos se humedecen, y una...
Al compás de los trinos de los pájaros agita el suave viento tus cabellos, esos hilos dorados que se enredan, bailando una amorosa danza, en...
Este mismo poema ha sido posteado en el Foro de Poemas Generales, bajo el desafortunado título de "Caminata". Errado el título y seguramente...
Hay un hombre mayor, plata en las sienes, el bigote entrecano y en el labio la tristeza del mundo acumulada; tiene los ojos mustios, la mirada...
Quién pudiera (Corregido) Quién pudiera tenerte entre los brazos para darte el amor que mi alma exhala, quien pudiera trepar por esa escala...
En la mediocre sucesión del tiempo, ese tiempo que me tocó vivir, he buscado un momento de alegría, de felicidad plena, que merezca la pena...
Hice, desde un rincón, brotar la música, saqué, de las entrañas, nuevas fuerzas, musité una oración con toda el alma, pero todo fue inútil, tú...
¿Qué le hemos hecho al mundo, amigos míos? ¿De qué quiere vengarse? ¿Tal vez no lo poblamos suficiente? ¿No hemos, quizás, plagado su corteza...
Saliste a la negrura de la noche, amiga mía, para ver si el frescor atenuaba el fuego que por dentro te roía; pero el viento solano de la...
Veo caer el agua sorda, lenta, en la clepsidra ya caduca de mi vida, y las gotas, tozudas, inclementes, aceleran mi tiempo de partida. Pero...
¡Cómo pasa el origen de la vida bajo tus cuatro arcadas, viejo puente! Y tú te quedas abrazando las aguas, como siempre, y encauzando los...
Amiga mía... Observa que: pese al frío que azota las estepas no anidan las alondras en tus párpados, mi tampoco tus pasos van dejando las...
Igual que una obertura Wagneriana resuena en el silencio de la noche y eriza los cabellos de las sierras, así sonaba el llanto de aquel hombre...
Hoy mi guitarra está desafinada. Las cuerdas de mi alma están tan tensas que apenas si soporta el diapasón su impulso. La caja de mi entraña...
Claro de Luna es una serenata de aquel Sordo Divino, pero además de embriagadora música, es para mí penúltimo suspiro pues en aquel claro de...
Escapé de las garras de la urbe, porque ya sus vapores me asfixiaban con la muerte aguardando en cada esquina, mas no era la del cuerpo: la del...
Esta mañana, despertó me un ángel, sonó un aldabonazo en mis entrañas sacándome del reino de Morfeo. Con una cinta rosa en lontananza,...
El abuelo Inspirado en una nota de prensa El abuelo se ha muerto, está en el cielo, les dicen a los niños que preguntan, y les dan unos...
De madrugada De madrugada te vi, de madrugada, justo cuando quebraba el gallo los albores, cuando el último rayo de la luna se miraba en el...
Días negros Hay días, en los que la alborada huele a azufre y no existe fragancia que suprima el tufillo del sudario. Son los días que...
Mi resurrección Si el de Rivas cantó las tristes circunstancias de mi muerte, otro poeta del siglo veintiuno cantará mis hazañas con mas...
<center> Mi muerte Fue una mañana de marzo del año cuarenta y siete, que en una estrecha calleja de aquel Madrid maloliente, nadando en...