Después del envolvente bochorno vespertino que marzo engendró, llegó la noche; recosté mi oído sobre su vientre amada tierra, fértil de...
Déjame anidar cual sueño invernal atolondrado y ciego por esta devoción que enardece entre tus brazos; déjame decirte amor- como se dice...
A ella la espero en la inexactitud del sigilo porque sólo en ese punto pueden coincidir nuestros sueños y todas nuestras soledades; así...