A Rosario, in memoriam

Coplas de pié quebrado

A Rosario, in memoriam

¿No la veis, de ángel su cara
y su tez de pura seda?,
¿y sus ojos?
con brillo de luz preclara
que en su mirada se queda
sin enojos.

Sus labios que recitaron
tantos y tantos poemas
con ternura,
versos que nos alegraron
con sus muy diversos temas
y dulzura,

sus manos tan generosas
que teclearon mensajes
animosos
cual palomas primorosas
que portaban en sus viajes
presurosos.

Ella fue toda bondad
y fiel reflejo del alma
que sostuvo,
pura generosidad,
pura paz y pura calma
lo que tuvo.

Buenos deseos y acciones
como cuentas de Rosario
voy contando
cual si fueran oraciones
que un presuroso emisario
va llevando.

Yo no quisiera, al llegar,
encontrar la sombra oscura
a su vera,
mi voz podría gritar :
déjala en paz, dama impura
¡fuera, fuera!


Déjala, déjala en paz
o me mostraré rugiente
e iracundo,
pues que su verso veraz
estará siempre presente
en el MUNDO.

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Precioso homenaje a nuestra querida Rosario, estimado Juan, en forma de excelentes y sensibles Manriqueñas. Un placer pasar.
Saludos cordiales.

 

Así es. Rosario siempre estará presente.

Buenas líneas Jmacgar. Gracias por compartirlas.

Un abrazo.

 

Gracias por tu comentario José María. Rosario se merecía bastante más; mi tristeza y mi precipitación al querer hacerle este homenaje no me ha dejado llegar más lejos.

Recordémosla tal como era, es más que suficiente para no olvidarla.

Un abrazo.

 

Gracias por pasar y leer estas letras, Julia; no hay más que ver las respuesta y el impacto y el eco que está teniendo en esta Casa su pérdida para saber el aprecio que se le tenía.

Un pésame muy sentido a su familia y un abrazo para ti, amiga.

 

Sé bien de tu amistad especial con ella, Cesar,por lo que de veras te digo que siento muchísimo su pérdida.

Un abrazo, amigo.

 

​

 

un bello regalo, sin duda le gustará este donde este

 

Un precioso regalo para Rosario has hecho al editar esta rosa tan linda bajo mis coplas, Grace. Te agradezco muchísimo este detalle.

Un abrazo.

 

Que así sea y así lo espero, Marian. Un abrazo, amiga.

 

La extraño. ¡Gracias por escribirle! Abrabesos