Peregrino de mi expreso

Camino
​

con pasos de plomo,
con pies de transatlánticos

encallados
​

sobre los icebergs
de los chapiteles de un abismo.
Bajo las sombras de los trenes

que se acuestan
​

y dormitan sobre las vías,
con rostros de un postremo ángelus
sobre las fauces de las bahías,
con sus sonrisas de arlequines
que embaucan a los senderos

de celajes índigos
​

de un designio.
​

Marcho
​

con ojos clamorosos de luz retorcida,

de un diurno despertar
​

sin sueños en cada día.
​

En siglos vacíos,
​

pero a la vez atestados de difuntas horas

ajadas y desvanecidas
​

(los pilares que sostiene el lánguido cielo
y el tiempo encapsulado en los bravíos
mares del olvido).

Transito
​

buscando la autopista del júbilo
de una aurora hecha cenizas,
escrutando a esas miradas húmedas
que se escurren tras la efigie
de mi resquebrajado vidrio.

Muecas castradas
​

que son un simple bosquejo
del aliento de la brizna,
del murmullo de tu cabello,
de tus labios escarlata
de diván arrepentido,
de tus dedos escurriéndose en la mortaja
de mi palanquín entumecido.

Camino
​

hasta detenerme
en el hoyo infinito,
en el apeadero del mundo
y sus alojamientos baldíos,
mesones poblados por virtuales lejanías;
pueriles resuellos de metal corroído
sobre los bizarros cadejos
que esculpen a los castillos espectrales
que incuban la polución
en el vientre de mis comienzos.

Y finalmente
​

fatigado por tanto deambular,

hoy medito
​

en las vetustas fuentes
de mi precoz mocedad añeja.

(…)
​

Me despojo de todos
​

mis restos:
​

de los enseres en los que guardo
las hazañas y sus ruinas,
de los bártulos efímeros
que espesan mi linaje y su conciencia,
de los utensilios y aparejos
de piel y huesos,
y sus fingidos antifaces
de colleras y gargantillas,
de los jazmines de anillos
“alianzas de herrumbres”,
de los aros vestidos de noche,
de las alhajas ebrias de fermento
de hechizo de lunas enamoradizas…,

y me enluzco
​

con los recuerdos
​

y sus belfos
​

de ósculos
​

de borgoña tinto
​

esparcidos
​

sobre las atalayas
​

de mi consumada
​

existencia.
​

 

Conmovedores tus versos amigo... es un gusto leerte siempre...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

maravilloso poema danie, saludos

 

Wow..es una cascada de lexico maravilloso
atrapa en verdad.
Ese caminar por la vida
ese danzar en el fuego de los caminos
del sueño y el pensamiento
el profundo sendero de la realidad
que nos lleva a la vejez
acumulando sin querer
sabiduria
dada por el dolor y la alegria.

Es un placer leerte

 

Magnífico cierre de una obra notable. Abrazo de luz. RJL

 

Estas letras me parecen conmovedoras Danie, hay cansancio a veces, búsqueda sin encuentro , pero el viaje continúa y la esperanza debe surgir. Un deleite estar en tus letras poeta, un abrazo!

 

El hastío se hace latente en cada uno de tus versos Un poema excelente, danie. Mis aplausos a tu obra. Abrazos.

 

Enhorabuena danie, es inmenso tu arte, se disfruta. Abrazos.

 

Un contenido que me hace sentir esa búsqueda íntima a través de tus bellas letras. Disfruto el contenido con su galante léxico, su forma y todo lo que trasmites. Un abrazo grande poeta.