Ya ni el café sabe a ti…

Ya ni el café sabe a ti…



Ya ni el café de las mañanas sabe a ti,
ni tus caricias ni tus besos,
ya no se respira lo fresco de tu aliento,
es como si hubiese muerto en lo que fui.

Ya no brilla la esperanza ni late el corazón,
ya se derramó el vaso de la impaciencia,
ya no hay suspiros de demencia
por beber de los ríos de la pasión.

Ya cesó la lluvia que regaba mi jardín
y se detuvo en silencio el tiempo,
ya se opacó la luna en el confín inmenso.

Es un adiós eterno y quizá fugaz,
un adiós sin despedidas ni mucho afán,
es una partida para no volver jamás.​

 

Bellisimo y melancólico poema. Te felicito. Un placer leerte. Saludos y Bendiciones.

 

Como un cometa rumbo al infinito del universo se va ese adios esparciendo nostalgia de vez en vez a ser recordado...un gusto leerte este triste poema, pero con una esencia unica... te dejo un cordial saludo

 

Una bella inspiración hecha poesía nos dejas en tus letras
amigo Franc, donde esas pinceladas de melancolía realzan
la belleza de principio a fin. Te felicito por tan bonito y sentido
trabajo. Te dejo reputación merecida. Besos y un abrazo. Tere

 

Estilizada melancolía hecha verso,
un placer acercarme a tu poesía,
felicidades un beso.