12. Anacoluto

El espejo en que te miras,
todo en él es una constante vacía.
Las llamas que alcanzan una sonrisa
alcanzan sonrisas que son llamas.

Si ebrio me vengo a buscar,
la venganza es no repetir el encierro.
Si huyo me alcanzo,
si vuelvo me retraso.

Me dejo caer en cielos turquesas,
el pozo interior suele estar pies arriba.
La poesía asusta al promiscuo,
el promiscuo es poesía interactiva.

No soy tan descuidado en la forma
ni muy atento al que viene de frente.
Por descarado, la serpiente me mordió,
me mordió también por humano.

No basta con la soberbia
para estar tan ensimismado en el pubis...

Angelical, me sentí
o era sólo un beso del aire.​

 

Bienvenido al foro más grande y más importante de Internet.

 

Preciosos versos, maravillosa poesía magnífica.