1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

14 de abril

Tema en 'Poemas de Amor' comenzado por Cris Cam, 19 de Febrero de 2019. Respuestas: 0 | Visitas: 407

  1. Cris Cam

    Cris Cam Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    1 de Enero de 2016
    Mensajes:
    1.936
    Me gusta recibidos:
    1.720
    Género:
    Hombre
    14 de abril

    ¿Que donde estuve?
    Esparciéndome por el cosmos.
    Para recordar olvidarte, fríamente,
    para olvidar recordarte, tibiamente.

    Camine calles de gelatinosa arcilla oxidada,
    bajo un aurico sol, aburrido, inerme, resfriado,
    cruzando esquinas de nauseabundo smog contaminado.
    Apretando a mi pecho la agenda con tu foto más preciada.

    (Diecisiete, carita de niña acaramelada,
    blusa satén blanco, cisne desplegado,
    negro top, luces doradas, noche constelada,
    cubriendo pechos que aún no había probado)


    Me extasié en una tibia parejita, volar sus alas,
    mientras sus cuerpos se transfundían y transponían,
    estallándoles soles en sus lívidos ojos cerrados,
    desbordándole lava de sus gastados jeans ajustados.

    (Como ese día ante la Cruz,
    tu cuerpo en gasa evaporada de luz,
    el mío en sucio azul de liquidación,
    y Camilita nonata sintiendo la ebullición.)


    Escuche tenues palabras rosadas, escenificando,
    donde una luz, una luna, una estatua... ¡Mercurio!
    Un angelito volaba sobre un atril de estudio
    y una líquida esencia el ambiente seguía perfumando.

    (Aquí la mesita de container, ahí la cocina módica,
    el lugar para cuando tengamos heladera, seco,
    dividiendo, biblioteca modular de ladrillos huecos
    y un olor a sopa simple, impregnando las teóricas)


    Fabriqué hojas de otoño de uniforme color madera,
    chispando fósforos, cebando mates, articulando tijeras,
    entre Fito, vivero, bingo, seducciones, Jung,
    vi manos etéreas parir tules de un desván.

    ( Como nuestros sueños de Grecia, triunfo y mies,
    inventando espacios en la nada,
    cubriéndonos los pies con los pies,
    en otro invierno que nos congelaba)


    Sentí un llorar plomizo sobre un paraguas prestado,
    gotas de sal en soledad, mis mejillas encanecían,
    premiaron mi poema de halago con un dulce panqueque tostado,
    y por Mónaco corrían arroyos de melancolía.

    (Y esa ola rompiendo el espigón de Miramar,
    caer abrazándonos, un bautismo de mar,
    escurriéndose de ingenua alegría matinal,
    sumando de dicha al origen vital)


    Masajee un Karinoso cuello estresado,
    mientras escuchábamos románticas penas,
    amor, trabajo, sexo, amistad,... un nudo quebrado,
    la pertinaz inocencia que llevaba en sus venas.

    (Como esas que desenredaba a la crema,
    tu cuerpo con mis manos, con azúcar el alma,
    exprimiéndote psicosis, sangre, exorgasmos, temas,
    intuyendo que cuerpos, lujos, poder, te robaban de mi palma)


    Edité un “Nocturna” en Word seis ajeno,
    en otros, keyboard, mouse, printer, screen, drive.
    Ventanas, reset, maxi, cortar, pegar a pleno,
    hablando de copros, bit, Pentium, byte.

    (Como el saver en fuente romana ensangrentada,
    recordándote en cada pausa mi amor desesperado,
    anagrama triste sueña hoy en Basic,
    sin hiscore de tu, de mí, de nuestro Tetris Classic)


    Recibí el mil cigarrillo regalado,
    espiras volutas perfumaban al gato agazapado,
    pautando un “happening” de tinta, tela, peña,
    pan trenzado, té, café, mate cocido a la leña.

    (Como el sahumerio entre retratos en el hogar,
    teléfono, voz baja, “hola mi amor”... y no era yo.
    Agenda, horarios, citas, pacientes, reprogramar,
    nunca cine, fiesta, teatro, telo... ¡no, conmigo, no!)


    Entre al cuchitril tras la puerta quejumbrosa,
    encendí la miserable vela para alumbrar el abismo,
    dejé de desdoblarme, y me curvé en mi mismo,
    soplé, medité, curé, lloré, dormí en mi fría fosa.

    Negros demonios mordieron mi lengua, dormida de hiel,
    verdes serpientes acuosas me envenenaron el plexo,
    pútridas cavernas me devoraron el sexo,
    sádicas sirenas me enloquecieron con: ¡Te amo, Mi Miel!

    ¡Y ya ves como no te recuerdo!.
     
    #1
    A Zev le gusta esto.

Comparte esta página