23 de marzo y su hijo.

“Veo un México con hambre
y sed de justicia”
propiciando la reforma
inclinado al poder.
Estructuras que comienzan
y siguen en la tradición
de la continuación de barniz social
anclado a los agoreros inclementes
violentos e inexorables
del nuevo liberalismo.

“Veo un México con hambre”
Y las balas entraron y salieron
paliando el hambre
para que todo siguiera igual.

Te mataron cuando empezabas a ser bueno.
¿O te mataron porque eso era lo bueno?
pero estoy seguro que no romperías
con las elites que te soportaron
ni con los beneficios electorales.

Si siempre fueron ciegos,
¿Por qué con necesidad de votos
comenzaron a ver?

No eras el gran salvador
ni un mártir de irrupciones.
Y tu hijo, verdadera manipulación
de votos comprados e indiferentes.

Quien ordeno el disparo
y quien movió los hilos
es el mismo que a tu hijo
postula con gran fervor.
No se hagan bolas.

 

Leer poemas así me duele mucho, pero es la verdad. Salí de mi amado país muy chica a los 8 años y no por mi voluntad. He intentado regresar al México que viví en la Calle Novena Zona, Colonía Caracol, Monterrey Nuevo León, México. Ese lugar ya no existe está solamente en mi corazón. No sabe cuantas veces me he sentido desconectada de lo que rodea es cosa de emigrantes me dicen, no lo sé. Solamente sé que no he sido la misma desde que salí de ese pedacito de cielo.

Besos amarillos desde un día que pinta azul