29 mil litros de sangre ruedan por la escalera

29 mil litros de sangre ruedan por la escalera
dejo de nacerme,
mientras preparan el feretro,
ahora pregonaran mi carne,
inceptos del tamaño de dinosaurios
entraran en la boca,
la nariz
mascullaran el aroma fenecido
saciaran su hambre
mientras enchidas multitudes se descascaran
en rubio feneci de bostezo
con ignorancia de este breve suceso
que es igual al de miles
que no tiene que ver con Auschwitz,
la muerte de seneca o la partida de Plath
en los suburbios de una cocina.
32 años de fiebre y almacenes distantes
32 años de luz asfixiante
de cabelleras negras
de cucarachas en la alacena
de muerte pintandose los labios
mientras el reflejo del espejo
se quiebra, se desase en arena
torbellinos,
espacio y olvido.