305. Sextina bucólica

305. Sextina bucólica​

De púrpura se tiñe la mañana
pletórica de luz y de color.
Despierta de su sueño una pequeña
que enciende su semblante de sonrisa
con ojos deslumbrantes de dulzura
y labios encarnados de clavel.

La prímula, la rosa y el clavel
saludan con fragancias la mañana
y llenan el ambiente de dulzura,
de notas de alegría y de color...
¿Mas cómo se consigue la sonrisa
que luce tan hermosa la pequeña?

Despierta ya del todo la pequeña
se prende en los cabellos un clavel
que arranca de su boca una sonrisa.
El limpio resplandor de la mañana
responde a la sonrisa con color
dorado de una mágica dulzura.

¿Habrá una flor que iguale la dulzura
del gesto singular de la pequeña?
¿Por qué es de porcelana su color?
Las gotas de rocío del clavel
refrescan con brillantes la mañana
que pone en su mirada una sonrisa.

Esconde la chiquilla su sonrisa
y pierde poco a poco su dulzura
al ver que se marchita la mañana.
La flor que se ponía la pequeña,
aquel sutil y espléndido clavel
suaviza de acuarelas su color.

Y triste por su pálido color
olvida la magnífica sonrisa
que inspira la belleza del clavel.
Conserva todavía la dulzura
el rostro sin igual de la pequeña
que mira cómo muere la mañana.

Mañana​ surgirá con más color.
Pequeña​ solución de tu sonrisa,
dulzura​ que honrarás con un clavel.


xxx


Churrete

 

Gracias, José Luis... Un abrazo. Churrete.

 

Gracias, Ana... besos. Chu.

 

Gracias, Luis... Es cuestión de marear un poco la perdiz. Ahora me doy cuenta de que lograr una buena sextina ( y esta no lo es) tiene que ser dificilísimo. Un abrazo. Vicente.

 

Gracias, amiga... muchos besos. Chu.