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Nadie invade las flores en medianoche. Es solo pensar
hasta extender
la luz haciendo un cuello de cisne entre las manos
Las cosas rebotan
y cuando se acomodan desaparecen
invisibles
Otro viento más maufraga entre tus labios
Si nos alcoholizamos de día
las estrellas brillan más en las noches
polvora de diente
cuando tus manos otra vez reaparecen
cuando la vela
da la partida para hacer sombras
en las paredes
y mi sombra extendida como un decorado
deja su brillo de saurio
bien entrada en la noche.
A ti
que te gustan los mensajes breves
que llevan los besos
y las partituras que llevan las correas
se ciernen sobre tu cuello
como un abanico de sábanas/ un barril de labios
Una cena secreta
donde el aire acomoda los cabellos
en dimensiones
donde tus ojos
se desenredan
sobre la fertil costumbre de mi sexo.

 

De tanto publicar me parece que usted se desperdicia. Cómo este poema que andaba guacho por el foro. Lo felicito poeta.

 

Pues, siendo una persona que no le gusta mentir y, entendiendo la auténtica profundidad de vuestro poema; déjeme decirle compañero que su poema está realmente bueno por donde se le mire.
Cordialmente: