5 de febrero un tiro en la cabeza Violeta

Un tiro en la cabeza hace ruido
en aquellos que nunca te abrazaron
el fuego de tu canto enamorado
hicieron de este
tu territorio
tu desencuentro
corazón precavido en el desierto
de tu alma que nos dio de regalo
cada estrofa de un Chile olvidado
en sus telares tu voz de ángel abandonado
violeta de los ojos peregrinos
rodaste como un salero en nuestros caminos
acabaste el tedio en los pueblos
de los cuales brillaron por tu miedo
diecisiete vidas que solo vivieron
para engrosar tu leyenda de un sabio minero
un madero tejiendo un poema campesino
de la tierra
de la semilla
del divino.
De negros que son blancos
un casamiento
y te ahogas en tu suelo de estrellas
cimiento
como alfonsina excavando lo eterno
brillando en tus memorias y en los acordes del tiempo
que suman la tristeza de los sureños.
​

 

Otro John-Fitzgerald Kennedy que no duró tanto como esperábamos.
Otro John Lennon que también fue agredido.
O si ella misma se ha quitado la vida...
Pues otra niña pequeña que se introduce en su bañera, mientras habla por el teléfono móvil.
Eso es peligroso. Más aún, si está conectado a la toma de corriente.
El suicidio, tanto como el homicidio, puede ser por negligencia, o adrede. A posta.


De todos modos, es un acto hostil. Por ejemplo: Atropellar a Violeta, en un paso de cebra, conduciendo un camión.
La atropellas y dices:


<< ¡ Oh, Dios mío de mi vida, he matado a Violeta ! >>


Eso es muy serio.
Muy grave.
Peor aún es si te cargas el mundo en el que vives. O sea, si lo contaminas, para que toda la especie humana, se suicide.
Eso es mucho peor.


Muchísimo peor es contaminar el mundo, que matar a una cantante.
Pero el ser humano se esfuerza en contaminar el mundo.
Porque odia a las cantantes.
El ser humano odia profundamente, todo aquello que le supera en honor.

 

Buen análisis poeta, me ha encantado, saludos