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Maravillosa inspiración para plasmar tan hermosos versos sobre el "Arriero" y la "Tejedora" ¡Exquisitos versos! Un placer pasar por su bella poesía, reciba mi más cordial saludo.

 

Las estrellas. El espacio infinito. Qué inspirador, Nara.

Un abrazo y gracias por compartir.

 

Es linda la historia que inspiró tus letras, muy dulce y la plasmaste muy bien .

 

Preciosura excelente de letras maravillosas, inspirada creación divina.

 

Muy bonito y talentoso, tienes alma de poeta sin lugar a dudas, tu sensibilidad aflora a raudales en tus letras querida amiga Narablus. Un abrazo. Paco.

 

¡¡Preciosa danza de constelaciones Nara!!Versos luminosos que dibujan ese firmamento.
Un placer leerte
Saludos y Feliz día

 

Hermosos versos surrealistas amorosos Poetisa, me recuerdas al creacionista Vallejo, no cabe la menor duda que tienes un enorme talento. Saludos cordiales Narablus

¨Trescientas veinte mil
trescientas veces,
a la velocidad de la luz¨

 

Luminosa y titilante brota el alma entre tus versos querida amiga...
Un gusto leerte cada vez...te abrazo con todo mi cariño...

 

Muy bonitos versos, lo dejan a uno en el horizonte contemplando las estrellas y escuchando su idioma, original la estructura se parece a la vía láctea, te dejo un saludo con afecto bonita Narablus.

 

Indudablemente es una bella historia de amor, que narra como dos estrellas se elevan en el cielo nocturno :

Un joven arriero llamado Niulang (la estrella Altair) se encuentra en su camino con siete hadas bañándose en un lago. Alentado por su travieso compañero el buey, hurta sus ropas y esperan a ver que sucede. Las hermanas hadas eligen a la hermana menor y la más bella, Zhinü ("la tejedora", la estrella Vega), para recuperar sus ropas. Ella lo hace, pero como Niulang se ha enamorado de ella, le propone matrimonio y ella acepta. Zhinü resulta ser una maravillosa esposa y Niulang un buen esposo, y son muy felices juntos.
Pero la Diosa del Cielo descubre que un simple mortal se ha casado con una hada, provocando su ira. Tomando su alfiler, la Diosa abre el cielo formando un ancho río para separar a los dos amantes para siempre (y formando así la vía láctea, que separa a Altair y Vega).
Zhinü permanece para siempre a un lado del río, hilando tristemente su telar, mientras Niulang la ve desde lejos, y cuida de sus dos hijos (las dos estrellas que lo rodean β y Aquilae).
Pero una vez al año, todas las urracas del mundo se compadecen de ellos y vuelan hasta el cielo para formar un puente ("el puente de las urracas", Que Qiao) sobre la estrella Deneb en la constelación de Cygnus, para que los amantes puedan reunirse por una sola noche, en la séptima noche de la séptima luna.
Gracias por detenerte Fernando.
Saludos

 

Para mí fue como una danza al amor hecha poema. Me ha gustado mucho. Un gran saludo.

 

Generoso Luis.
Gracias amigo.

 

Bello el poema, bella la historia de diosas y hombres.
Besos

 

Muy linda y romántica Cecy. Abrazos y gracias

 

Jorge siempre tan atento.gracias

 

De amores y romances estelares...
¡ nconmensurables!

Si su amor fuese Westerlund
(desde Tierra hasta las tierras lejanas al oeste del cosmos),
Aunque sería suficiente con su Casiopea forma de brillar en mi interior, o con sus Antares galopando desbocados en mis venas...

Placer pasar a leer tus letras cósmicas
Recibe un fuerte abrazo

 

Tierno y duce.me encanta

 

El tiempo indetenible, sigue pasando Paco,heme aquí respondiendo a tu huella gracias

 

Muy bellos versos amiga Poeta. Tu pluma desnuda cada pensamiento y se entremezcla con cada latido del tiempo.
Un verdadero placer detenerme en tus letras y sumergirse en ellas.
Un fuerte abrazo desde estos cielos poeticos donde despliega sus alas este halcon.