A conquistar el paraíso

Feliz, felicidad que tiene el maestro; yo soy Iturbide dulce pan tramesi para idiotas cortesanos. Fresco del dios habla esta Iturbide manchado como el éxito de la ciudad lejana.


Continua a la divinidad es beneplácito ayudar con cadenas de pólvora bajo el ombligo deteniéndose en alguna playa y anidando dulce forja a las similitudes pues viajero astrónomo aun no acaba. No acaba la divinidad por estar regida (corte ve morir) dentro de los dedos tan dulce plato que nueces…. Anidando tumores vacíos que detienen al alma sin nariz, boca o aspirina fuera de la lengua, en el mismo lugar y sonriendo fuera de la ciudad lejana adonde llamas dos veces.


Si hubiera un lugar premiado en la cena este tardaba un día o más en recrear una escena del diablo: durmiendo sin afición alguna fuera del diablo pero con cena fuera de lo que llaman el diablo, junto a su cielo. Junto adiós. Durante dos días.

 

Todo bien, menos el foro, por supuesto. Saludos cordiales, Isaac.