A él

Libre y rebuscado,
tranquilo y buen payador,
por más que no lo haya deseado
¿cómo no sentirte amor?

Feroz y hambriento,
buscando donde entrar,
vas donde te lleve el viento
porque hasta él sabe donde te debe llevar.

Bien parado y tambaleando
siempre mostras tranquilidad
nunca te vi tropezando
dejá de darme tanta seguridad.

Corcobeando y resoplando
siempre intentás mejorar
y sabés que con Dios al mando,
nada va a empeorar.

Picardía y pasión,
ese brillo en los ojos
me desquicia de sopetón,
sos mi eterno antojo.

Espero que no termine
y si el final se habre lugar
que el viento te deje en destino
no pretendas que me voy a quedar.

 

Románticos y sentidos versos para un bello poema de amor. Muy bueno querida poetisa. Un abrazo. Paco.

 

Bella inspiración en el trabajo magnífico, alta calidad estupenda.