A la hija de mi amigo

Tenerte a tì!...He allì el problema;
que debo resolver antes que muera,
antes que llegue el otoño ciego...
No arde entre los leños de tu fuego,
serìa una gran pena.

Tenerte o no tenerte, es el dilema
que debo decidir sea como fuera.

Morir de amor sin tì?, Morir de amor contigo?
Padecer en la paz o perder en la guerra...
Pero; no arder en los brazos de tu hoguera,
serìa una gran pena.

No hay temores ni tiempo que se atreva
a nevar con olvido a tu hermosura.
Vives en mì como la llama pura
que el sol cada mañana la renueva.

Esta pasiòn que no ocasiona duda,
tendrà que terminarse con la muerte.
Salvo que tù mujer, cambies mi suerte,
y me digas: amor! Apura, apura...

 

que prisa, un encanto leer este corrido poema, saludos