A la izquierda del té

Cuando todo pase y después de unos días, podremos encontrarnos en el aire escondidos detrás del sol.

No sé ni cuánto tiempo tengo, solo sé que deberé callármelo todo otra vez.

Por acá nada tiene sentido solo todos mueren sin pensar en que pasará después, la gente camina sin cesar, sin pensar en sus vidas.

Nada esta tan claro como para dejarlo así nada más. Ahora escaparemos de nuestras vidas de algo que no sabemos que es.

Mientras haya algo de tiempo quiero dejar de ver todo lo normal y decir fácilmente que deberíamos olvidarnos de los olores del dolor.

Acá sí que no sé qué decir, ya he vuelto a pensar en todo lo que dije ayer.

Estoy viviendo una transformación, siento que todo está por cambiar dentro de mí. No sé si pueda controlarlo. Esto de escribir por debajo de los techos de las melodías finas, es engorroso intentarlo una vez más si nada es para siempre.

Sigo viviendo en automático. Tomo distancia de las alegrías y del sabor.

No hay nadie entre los pasillos de la muerte.

Ahora habrá que irse a buscar un poco de alimento para mis ilusiones.

Siempre que las utopías quieran correrse a la izquierda de las tasas de té.