A la noche azulada debo

A la noche azulada debo cada una de mis lágrimas
que contribuidas por una sonrisa tan fingida e irracional
como tu belleza nunca podría ser me provoca este puñado
de emociones, que si bien, llamaría plenitud eterna.
A la noche azulada es que debo lo que hoy me trae a ti,
una esperanza, una fe y un puñado de estrellas
que al final de la noche se convertían en los cristales
que fielmente emergían de tus ojos al saber que tan profundo,
complicado y a su vez tan superficial y simple era lo que siento por ti
que me da miedo sinceramente perderte algún día.

A la noche azulada debo un día subsiguiente repleto de valías,
un perfecto y rojizo medio día, una madrugada inundada
de sueños que parecen veraces como tu, pero tan errantes
como lo es tu desperfecto integral.
A la noche azulada es que debo mi vida, tu compañía,
mis pasos, mis agonías llenas de ti y el placer de ahora ser
siempre feliz junto a ti.

Ahora duerme noche azulada que por fin has conseguido
que las frases del destino terminaran con un verso
y el roce del día con la esencia de la inmortalidad.

 

Gran composición, poeta, a la magia de una noche azulada. Un poema de esperanza, de magia y de espera.
Un sólo apunte, en el último verso, creo que "rose", se escribe "roce", si te refieres al verbo rozar.
Un placer, saludos!!