A la par

Por la extensión amplia y ancha
de mi tierra castellana
hay perfumes de romero
y frescor sobre la grama,
la luna brilla soberbia
como filo de navaja,
los lacios copos de nieve
se enamoran de la escarcha,
siempre ha sido por mi gusto
el suelo que me acompaña,
el graznar de algunos cuervos
o el canto de una cigarra,
escucho por sus arroyos,
me gusta mirar que pasa;
el calor que hay en el llano
mientras hiela en la montaña,
ella no es exuberante
como una selva con palmas
pero soy carne de carne
de la carne de su alma,
nunca me importó su porte,
ni que me curta la cara;
para mi es mana divino
parirme en sus madrugadas,
me ha acogido en su regazo,
y en violín de su espalda,
y en su nuca de ternura,
y en sus manos ya cansadas,
¡amor...,! la he tenido amor,
desde que tengo constancia,
y fiel y leal la he sido
y la seré hasta que parta,
ya sé que más bien es pobre,
¡mas eso no importa nada!,
pobre o seca, ruda o simple
con su capote me basta,
¡ay!, cuando me encuentro lejos
de su placenta gastada...
sube niebla por los campos;
almidón blanco de almohada,
¡qué es sólo un lugar perdido
entre la enorme distancia!,
es tan obvio como el grano
de su granito de plata,
poder, no puedo evitarlo,
pues su preñez fue mi casa,
me guarda con su cariño
como el rumor de una zambra,
sólo hay agradecimiento
para quien tanto te abraza,
mora, almendro, sol y sombra;
regalo que me regala,
tarde, en una anochecida,
me llegó como cantaba,
recordando entre sus pliegues,
caña, a un cóndor y a una hermana,
se escucha, allende los mares
de esta bola que nos palpa,
el clamor de muchas voces
que rompen toda distancia,
quiero engarzar a las gentes,
las vidas y las entrañas,
que al otro lado del charco
entienden la misma habla,
cantando a los cuatro vientos,
latiendo Castilla clara,
pide abrazos de los brazos
de la tierra americana,
sin América no es ella,
porque América es la hermana,
que lleva la misma sangre;
sangre que une, sangre que ama,
¡qué de fruto esta plegaria
de mi voz rota y quebrada!,
y que encuentren el camino,
feliz, que feliz las haga.

 

Maravilla de romance a la tierra castellana cuya lengua nos hermana. Un gusto leerlo.

 

Muchas gracias por las perlas y por tu paso Luciana.

Saludos.

 

Delicia de romance querido Maroc, saludos.

 

Gracias, José, por tu paso y tus amables palabras.

Un saludo.

 

Me deleitó este romance para extender lazos a ambos lados del océano, Maroc. Una muy agradable experiencia de lectura. Saludos.

 

Me alegra que te guste, Tomasa, gracias por tu paso y amable comentario.

Saludos.