A la Ramera!

No te conozco,

pero tiemblo.

No sé quién eres,

pero te deseo.

Mi corazón se acelera,

el alma no me deja,

quiero poseerte, es cierto

pero no te conozco.

Desconozco tu vida,

desconozco tu miseria.

No me conoces, es cierto

y desconoces mi miseria;

eres como un trago sin alcohol,

no logras avivar mi fuego.

Cuerpo de suaves curvas,

suave carton vacio,

pero ardo en loco deseo.

Es el sabor amargo,

es el dulce que buscamos,

no eres la mujer que quiero,

Pero ahora te deseo.

 

MAGNIFICO!!
no se les conoce su miseria ni ellas las de sus cilentes, pero dan un servicio y sin pedir más que su precio
ha sido un placer leer sus versos mi respeto en un beso de fresa