A las Fragas del Eume

A las Fragas del Eume

Somos ciento,
mas no somos regimiento;
por favor, cortad nuestros pies
clavados al suelo.

Somos piedras, cornisas y escalones,
pero también ojos hieráticos y pétreos,
si quedase fuerza en vuestros muñones,
por favor, corred las cortinas
de este monasterio.

¿Por qué huyen las gentes nobles…?
Porque ya los necios escaparon,
¿Por qué flotan los mirlos, padre…
Porque sus rémiges se abrasaron.

Y bajan tus aguas, arrogantes
por donde la batalla se apura,
abatidos, yacen los ángeles
entre ruinas de la ternura.

Miro al viento y suplico tu silencio
pero tu bofetón abrasa mi cara
y mi mejilla, de nuevo ofrecida
a la horrorosa faz de este incendio.

 

:bienvenido: de un recién llegado a otro
+ 1 a tu reputación, nadie te ha visto merecedor, ya era hora.

 

Gracias Donatien, eres un hacha. Todavía sigo leyendo tu obra maestra de cuando en cuando, realmente me impactó. Por cierto, no sé de qué va esto de las reputaciones ni cómo se entregan. Tengo que investigar.

 

Gracias, Vicente, ya creía que nadie lo había leído. El maldito viento lo estropeó todo aquel fin de semana. A veces, la naturaleza es cruel incluso consigo misma.

 

He leído un poco de tu repertorio, y me siento novato a la hora de entender tus lineas, me quedo corto con el significado de las palabras, lo que me hace pensar que debo incrementar mi vocabulario para entender y admirar poemas como los que tu haces, que estoy seguro los entendidos saben apreciar.

Este en especial, si no me equivoco y en lo poco que puedo entender, son como lamentos, talves de angustias guardadas, de preguntas inconclusas, y de un tormento interior, que recurre al padre(dios) en busca de un poco de calma en medio de las llamas.

Talves este en un error en mi apreciación, es lo que he visto.
Buen poema, debo seguir incrementando mi lexico para apreciar a plenitud poemas como los que nos muestras.

Saludos.​

 

Hola, Darío, hay algunas metáforas, pero precisamente el incendio no era una de ellas, se refiere a un cruel incendio provocado hace un par de meses en un parque natural boscoso en las inmediaciones y bordes del río Eume, aquí en A Coruña (Galicia, España). El incendio fue provocado, desgraciadamente.
El lenguaje lo debemos mejorar todos y acrecentar para explotar un poquito más nuestras posibilidades de concreción y abstracción visual y emocional. No hay que tener miedo, lo difícil es encajar las piezas.
Gracias por visitar el Eume, ahora ya apagado.

 

Plasmas la desesperación y la impotencia, de una forma sublime...
Debe ser espantoso sentir la desbordada fuerza de la angustia, sin poder hacer nada.
Un beso.

 

Hola, Rosa Amarilla. Muchas gracias por tu comentario. Para que nos hagamos una idea, el día del incendio, viviendo a más de 20 km. del lugar, y debido al viento, volaban las cenizas alrededor de nuestra vivienda y nuestra calle. Volutas de la necedad del ser humano.

 

Muy conmovedora tu oda me gusto saludos

 

De nuevo, gracias por acercarte hasta estas líneas, justo ahora que, tras la catástrofe en la Comunidad Valenciana, vuelve a arreciar el fuego en Tenerife. No te acerques demasiado, que quema.

 

un canto maravilloso
y único que sabe
adueñarse de cada letra
en sus letras
gracias por compartirnos
y estar en mis letras
abrazos
Denn

 

Gracias, Denn, ahora que lo releo por encima me doy cuenta de cuánto he cambiado en poco tiempo, he aprendido mucho por aquí , de gente como tú , también de otros, claro. También de mí mismo, igual que te pasa a ti. Abrazos y sorprendente elección, uno de los primeros, de entre los últimos.