A los muchachos del siglo V

Yo

Que espero a la alborada

Para arriesgarme como los perros

A tener un olfato de elefante

He salido de los barriles de los cinicos

y el vino existió como una sangre dormida

La mano se desnuda junto con el sucio cuerpo

el sexo ha trabajado y está negro de carbón

altos cinicos de mentes poderosas

el viento solo trae el trapo de frio

el escupitajo certero

la pieza cuelga del ruin aire de las casas

floreales

Cómo cagaban cómo follaban qué desnudos hilaban sus sexos entre tanta gente

Cómo se conducían mis sinceros capitanes

y tú

pazguato de mierda

A qué esperas....