A los vagabundos y los soldados kurdos

Me pidieron que escribiese versos humanos,
Anoche mi sentido; la conciencia y palabra.


Los bultos olvidados de la calle ateridos;
Los muertos tempranos, que todavía aún hablan.




Y ese ajeno Aquiles; la anónima Atalanta,
Que al ávido fuego son pasto y escombros;



Y dos desconocidos que a la vida faltan;
Y extremos, del Atlas que levanta sus hombros.




Me pidieron ayer, los que todo lo acaparan,
Que el paso de mi voz no señalase a unos cuantos;



Y allá donde sus labios, lo aparten, y acallan,
A todo aquel distinto, comparto éste canto.

 

Apreciado Poeta y Amigo @Octaviano Mundo :

Seré sincera, no sé describir lo que me transmitieron en su totalidad sus líneas, lo que sí puedo confesar es que me sentí por un momento una con ellos, de los que habla en su escrito y también, al final, tuve deseos de cantarles. Es muy intenso y emotivo. Le agradezco que comparta su obra, la disfruté y la sentí. Reciba mi saludo afectuoso, estrellas brillantes y mis mejores deseos siempre ☘

 

Saludos, Grace. Me conmueve saber que mis letras hayan atraido su atención hacia las personas mencionadas.


Es un sentimiento utópico, pero ojalá todos pudiesemos comprender que somos lo mismo: una pequeña familia de seres; un pequeño engranaje más, de un gran maquinaria universal.



Desde el rincón en el que me encuentro, le envío mi amistad y mi fraternidad, y le deseo el mismo bien.

 

Así, es ¡ Tan fácil ! Como diría Mafalda: Por suerte, el mundo queda ¡ Tan, tan lejos !
El Kurdistán, Turkmenistán, Afganistán...
Uff, qué lejos están.





¿ Y el Vietnam ? O Thailandia. ¿ Y la India ? O las islas Filipinas.
Muy, muy lejos.
¡ Oh, qué sueño tengo !
Voy a escribir más poemas en su honor.


Ahm. Abro la nevera y noto que tengo ganas de ¡ Chocolate !