A mi barquito velero

foto de mi autoría


No quisiste hacerme caso

y te adentraste en el mar,

solo por querer salvar

al sol de su propio ocaso.

Y lloraste tu fracaso,

¡ay, mi barquito velero!

de la ilusión prisionero.

Cuando el sol al fin murió

un legado te dejó:

de su luz te hizo heredero.



​

 

Gracias Luciana, le seguía el rastro al velero, aquella tarde, que allá en el horizonte iba al encuentro del sol apresuradamente, hasta que llego casi a rozarlo, fue muy hermoso, e imaginé que como yo, él también quería salvarlo, antes de que se hundiera en el mar. Una estampa bellísima que invitaba a imaginar.
Un abrazo solidario.
Isabel

 

Qué grande, Facundo Cabral, gracias.
"No me tiente que me escapo del trabajo y me voy por el mundo a cantar poemas y rimas."

Cantas bien? ... pues adelante, no te prives, "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy"
Un saludo cordial, Gustavo
Gracias por tu generosa huella.
Isabel

 

totalmente de acuerdo respecto a tu visión del mundo, lástima haber nacido sin alas, no se pude tener todo, pero mientras la imaginación nos regale unas, podemos ser viajeros imaginarios.
Un abrazo.
Isabel

 

Gracias Tommy, ¿sabes? quizás lo que más me gusta al escribir una décima es poder transmitir en tan poco, eso que tú has visto y que agradezco mucho.
Un saludo
Isabel

 

Hola Javier, qué bien que estés aquí, siempre dando ese estímulo de amigo en tus cálidos comentarios. Gracias a ti Javier por dedicarme tu tiempo.
Un fuerte abrazo
Isabel

 

Que hermoso comentario Andreas, si, ese legado de luces, tan importante, va con nosotros y deshace la oscuridad.
Un placer tu visita y tu huella,
Un abrazo, Andreas.
Isabel

 

Si, tienes razón, el ocaso desde un velero es emocionante, pero desde la perspectiva que da la lejanía, la imagen es poética e invita a imaginar que el velero navegaba hacía el sol, como si quiera detenerlo antes de lo inevitable, y cuando justo llegó hasta él, supo que había perdido la batalla.
Cuántas sensaciones despierta una puesta de sol; cada día es distinto al otro.

Ah, muchas gracias por la corrección, estaba empezado a creer que no eras tú.
Un abrazo​