A mi Madre Abandonada

Estamos en mayo y el día
para tu gloria ha llegado,
pero mi llanto regando
ruego a Dios me perdone.

Han pasado muchos años
y el tiempo te ha marchitado,
porque siendo yo un malo,
gran dolor te he deparado.

Madre mía, madre amada,
luz eterna de mis días,
fuente viva de mis sueños,
arca noble de mi anhelo.

Eternamente eres dueña,
de la vida que me diste,
porque fue tu amor eterno,
lo que fecundó mi dicha.

Hoy me voy por este mundo,
olvidando tu penuria,
pero sé que tu amargura,
me desgarra el corazón.

Yo no sé por qué el destino
dividió nuestros caminos,
evitando las caricias
de tu amor y tu bondad.

Somos siete y de entre todos,
no he sabido agradecerte,
aunque siempre como madre,
con nobleza has de esperarme.

Y en tu día muy hermoso,
te bendigo madre mía,
porque eres en la vida,
la mujer que me embelesa.

 

Me lleva hasta las lágrimas este poema que como madre ha sabido tocarme el alma y como hija llegó a esa culpa de sentir que cada día ausente de los brazos de mi madre es una ingratitud, pues mientras se tenga la dicha de tener a la madre viva se debe amar y cuidar todos los días y no esperar que muera para llorarla cuando ya es tarde y no se le dio el abrazo diario que se le debe dar a una madre. Un poema lleno de sentimiento sincero que me encantó leer, gracias por compartirlo.
Estrellas y besos