A mi madre

Recuerdo en las noches frías

sentir su calor materno

el reír de mis tonterías

el gozar de su amor eterno.


Sus manos sobre mi espalda

eran cotas de malla

que en mi semblante infantil

se erguían como gran muralla.


Andar con ella, seguro yo me sentía

vientos que no me tumbaban

…su mano me sostenía.


Seis años estuvo a mi lado

hoy la recuerdo y la extraño

pero sigo viviendo alentado

que en algún sitio del cielo

la he de encontrar a mi lado.


Andrés Romo



REGISTRO PÚBLICO DEL DERECHO DE AUTOR No. 03-2014-060410582300-14​

 

Muy bonito, y humilde.
Esperanzado.
Sin poder hacer gran cosa, por resucitarla.
Pero suena bien, dentro de sus límites.
Como un horno microondas. Bien cerrado, y en funcionamiento.

 

Estupendo poema Andrés, sale el poeta que hay en ti a abrazar el sentimiento maternal, nunca se enfría, es perenne en el alma y se crece en cada detalle que de ella recordamos, el aroma de su piel, el tono de su voz, el tacto como medalla de honor ¡ME ENCANTO!

 

Siempre el recuerdo de una madre brilla en el alma así como brilla tu amor por ella en esos bellos versos que reflejan tanta añoranza por no tenerla. Un afectuoso saludos deseándote siempre lo mejor para tu vida. Hasta luego.