A mi prima Paula

Cada mañana se levanta el sol a saludar a mi princesa,
cada noche viene la luna a cuidarla
cada estrella siempre está por velarla,
y al dormir, dejar una sonrisa en sus sueños.

Ella es un ángel cuando duerme,
mas despierta y se convierte en tormenta,
capaz de barrer a aquel que le tienta,
y solo para cuando va a descansar.

Dice que soy su montura,
caballo fiel que a sus deseos ha de responder,
y que difícilmente no se los puedo conceder,
pues me convence con esa mirada coqueta...

Traviesa, curiosa,
desea ser reina
desea ser mariposa.

Hasta el día en que tu príncipe pueda llegar,
cuidaré de ti, seré tu corcel, seré tu guardián,
Estaré contigo hasta que un día tengas que marchar...​

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Admirable poesía de amor filial. Amor que perdurará aun cuando aquel malmandado príncipe llegué por la tierna Paula.
Gracias y abrazos mil.