A Moncho Martul

Geómetra de gracia iluminado,
docente por las musas protegido:
el tema por tu pluma concebido
entona su canción emocionado.
Juglar del estudiante enamorado
de dioses, de titanes y princesas,
que adornan con suspiros y promesas
la pátina de un alma sin color.
Y muere desmayada aquella flor
sabiendo que renace si la besas.
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VicenteMoret
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Moncho Martul, Don Ramón, ha sido uno de los mejores profesores que he tenido jamás. De carácter atrabiliario, no dudó -sin embargo- en dedicar su gran sabiduría y dedicación para ayudarme a superar la profunda depresión académica en la que yo me encontraba cuando lo conocí. Ahora, Don Ramón está felizmente jubilado.

 

Sin duda, Jos

Luis Santaló era un fenómeno. Abrazote. V.