A Pulso

Te recito a pulso, pequeña,
porque tus brazos de la ceniza
no anduvieron, de puntillas,
sus solemnes derrotas
ni se resistieron,
dócilmente abocados,
a la quemadura del silencio.

En aquellos años intratables,
que no quisieron ser
morada de pájaro
sino cuna mordida por las noches,
tu voz de niña
tenía estatura de témpano quebrado,
y el filo de la llaga
era un precipicio de muertos
que se tragaba el planeta
con su dolor de túnel...
con su dolor de barro...
de nube erizándose
en medio de la tormenta.

Te recito a pulso, pequeña,
porque no recuerdo las palabras
que extirpaban aguijones.

 

excelente amigo, tu poesia es excelente...

 

Muy visual. Me ha encantado la imagen de "las plabras que extirpan aguijones"

Saludos.

 

si, con pelotas Cabel, aguante mi hermano con la fiereza del olvido. un gustazo.

 

Te recito a pulso, pequeña; como me gusta el principio y el final y lo que está entre medias no es para derrocharlo, increíble Cabel, me ha fascinado.

Un abrazo.

 

Dicho por usted, maestro, me tiemblan hasta las ternillas.
Un saludo. Le sigo.

 

siempre que me dispongo a leer tu poesia inteligente, se que voy a encontrar mucho arte, arte, arte...un abrazo hermano...muy bueno.

 

No cabe duda que eres un elegido por las musas, un artista de la palabra convocando la belleza de estas mismas .Impresionante amigo , saludos

 

Un poema que en su contraluz respiga, y estoy de acuerdo con luna, una se apropia de él y de la voz del poeta, eres Cabel la expresión continua desde el comienzo y das la nitidez a las imágenes para que el lector ( yo) me apropie indebidamente de lo que me llega..

un beso enorme y gracias por hacerme disfrutar cuando entro a leerte.

 

nuevamente cabel, con una ritmica perfecta, nos arrastras de principio a fin a tus profundidades...no sé si es ese ritmo, la capacidad de síntesis, tu diccionario, lo que te callas, "que se yo"...a mi si que me tiembla el pulso después de escuchar este susurro, y solo me salva no ser o haber sido esa "pequeña"...forza poeta

 

Te recito a pulso, pequeña,
porque tus brazos de la ceniza
no anduvieron, de puntillas,
sus solemnes derrotas
ni se resistieron,
dócilmente abocados,
a la quemadura del silencio.

En aquellos años intratables,
que no quisieron ser
morada de pájaro
sino cuna mordida por las noches,
tu voz de niña
tenía estatura de témpano quebrado,
y el filo de la llaga
era un precipicio de muertos
que se tragaba el planeta
con su dolor de túnel...
con su dolor de barro...
de nube erizándose
en medio de la tormenta.

Te recito a pulso, pequeña,
porque no recuerdo las palabras
que extirpaban aguijones.



Esa niña tierra/hija/patria/madre/palabra... no importa quién, para el caso. Lo que sí importa es la intensidad de este pulso, su interioridad, su secuencia. Su condición sin tregua, su garra y su hermosura.

¡Oh, pequeña e inmensa... oh, tu Poesía, Cabel.

Abrazos robustos y estrellas con paragüitas.

 

Gracias, Vivi. No sabes cuanto me emocionan tus palabras.
Saludos. Mis respetos.

 

Muchas gracias, Maleno. Por tu halagador comentario.
Un placer tu visita.
Saludos.

 

Esa recitación a pulso es genial, porque a pesar de todo rompe esquemas cuando azota la mirada retrospectiva, y porque también al instante no asoman otros versos ni otras palabras más lucidamente pertinentes. Me encanta esa recitación a pulso.

 

Tú si que derrochas magia en todo lo que embellecen tus palabras.
Saludos, poeta.

 

¡Qué aguda mirada, la tuya!
Gracias por tu visita, L.Ariza.
Saludos, poeta. La admiración es recíproca.

 

Me ha gustado mucho. Es genial.
Un verdadero honor leerte.
Recibe un abrazo de tu amigo, Joan (T)

 

Muchas gracias, EAS66. La admiración es recíproca.
Un saludo.

 

Siempre tan atenta.
Tú si que eres una poeta con mayúsculas.
Saludos.

 

Bravo!!!!! Maravillosas las imágenes. No tengo más que aplausos…