A Rosaysela, mi esposa

A Rosaysela, mi esposa

Sublime ensoñación que maravilla
a los gratos vaivenes de mi vida,
manchada al recordar tu fatal ida
mi sueño tan dorado se hace astilla.

Dejaste mil detalles cual chiquilla,
encantos muy hermosos sin salida,
la fuente de mis quimeras, dormida…
¡mas la huella de tus labios aun brilla!

Perdido en los renglones de un poema,
aún no alcanzo a ver cual fue el motivo
divino que cegara a nuestro tema.

Te pienso en las praderas del Altivo
confiando que estarás como una gema.
A Dios mil gracias, mientras sobrevivo.
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Derechos reservados
México, julio 23, 2022.
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Hermoso y sentido soneto. Un gusto leerte. Luciana.

 

Luciana: Gracias. Es usted un encanto.

 

Tu esposa debe estar orgullosa de ti, poeta, un abrazo.

 

Kin: Gracias por tu visita y comentario.