A ti, la que fui

A ti, la que fui

Cuánta dulzura en aquella mujer...
Cuántos sueños que nunca se cumplieron,
inocencia vestida de cobardía.
Hoy miro hacia atrás, me leo,
y ya no me duele pensar en ti.

Pasaron los años…
¡Ay, mi bella!
Cuánto extraño tu inocencia,
tus ganas de amar sin medida,
tu manera de rendirte ante el amor
como si no doliera.

Hoy te miro…
te extraño,
pero no quiero volver a ser tú.

Fuiste sombra,
y cuando entró la luz,
te perdiste.

Hoy, desde mi presente,
te recuerdo con ternura.
Porque soy mejor,
no solo por quien soy ahora,
sino porque tú exististe.

Gracias por resistir,
por no rendirte del todo.
Gracias por seguir ahí,
escondida en ese rincón.

No sé cómo te dejé sola tanto tiempo,
pero hoy te veo.
Hoy te abrazo.
Hoy me uno a ti
para juntas hacer de esta nueva mujer
una versión más fuerte,
más libre,
más vencedora.

Gracias por volver.
Gracias por recordarme
quién fui…
para no olvidar jamás
quién quiero ser.

Por Yscania Muñoz